Contribuyen a ello fuerzas políticas en puestos de gobierno.
Los graffiti han invadido prácticamente todos los espacios de la ciudad, incrementando el deterioro, ya significativo, del espacio público.
En muchas o casi todas las ciudades del mundo existe esa práctica depredadora, y en muchos casos se concentra en lugares deprimidos o poco expuestos.
Pero en Buenos Aires se ha extendido a todos los espacios, incluyendo paredes de edificios históricos, monumentos y muebles urbanos. Y particularmente penoso es el estado en que se encuentran los frentes de muchas escuelas.
El caso es que en el Centro y en los barrios no hay prácticamente cuadra que no sufra esa depredación, que parece realizarse con total libertad, como si la Ciudad fuera un territorio liberado para la depredación.
La agresión de los graffiti se agrega a otras prácticas abusivas y hasta ilegales del espacio público, como la generalizada colocación de publicidad en lugares prohibidos, utilizada corrientemente incluso por fuerzas políticas en puestos de gobierno.
El cuidado del paisaje urbano y como medio de atracción turística debería convertirse en un objetivo del nuevo Gobierno. Los graffiti se han extendido a todo el espacio de la Ciudad, que parece una zona liberada para la depredación.
Se agrega al deterioro del espacio urbano que implica la generalizada publicidad en lugares prohibidos.
martes, 15 de enero de 2008
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