En sintonía con el medio ambiente

TENDENCIAS CAMPAÑAS EN LOS COUNTRIES
Proyectos que suman reservas ecológicas, planes de reciclado y arquitectura sustentable.

Carla Lioi

Hace tiempo que el diseño de las urbanizaciones privadas ya no se limita a la subdivisión de un terreno en un conjunto de lotes. Diversos factores paisajísticos y urbanísticos entraron en juego y mejoraron el planteo de estos complejos. En los últimos años, el cuidado del medio ambiente se convirtió en un nuevo factor a tener en cuenta y así fue que comenzaron a incorporarse reservas naturales en los emprendimientos de mayor superficie.

Actualmente, la tendencia muestra nuevas acciones, que incluyen desde construcciones de arquitectura sustentable hasta campañas internas de reciclado de basura.

Uno de los casos es el barrio privado Haras del Sol, la primera urbanización privada del país que se sumó al movimiento mundial slow, que promueve el mejoramiento de la calidad de vida y la biodiversidad.

Con un trazado de lotes amplios de más de 1.500 metros cuadrados y una extensión de 67 hectáreas sin contaminación auditiva ni visual, Haras del Sol incorpora ahora la construcción de viviendas con arquitectura sustentable. Se trata de las casas ecológicas, cuya iniciativa partió de la convergencia entre un arquitecto y un grupo de desarrollistas preocupados por la calidad de vida.

"Percibimos que el tema de la arquitectura ecológica tenía muchos puntos de contacto con estos principios del movimiento slow. A partir de allí, empezamos a promover la construcción de las nuevas casas bajo estos conceptos de bioarquitectura y ecología. Estamos muy satisfechos de haber impulsado el primer proyecto" explicó Roberto Alonso, socio de Haras del Sol.

La primer vivienda -bautizada como "casa orquídea" porque sus propietarios cultivan estas flores exóticas- fue pensada a partir de la idea de reconstruir las partes que conforman esta especie floral. Sus distintos ambientes fueron dispuestos con ventanas de doble vidrio con grandes parasoles que siguen el recorrido del sol, lo que genera un ahorro de energía. Estos representan las raíces, el tallo y la flor.

El diseño de Puerto Panal, el primer club de chacras del país, también sigue la misma línea. En su predio, se reservaron 250 hectáreas para una gran reserva ecológica a orillas del Paraná de Las Palmas. Allí está prohibido el uso de vehículos motorizados, por lo que sólo se puede acceder a caballo, a pie o en bicicleta.

Además, se puede observar una gran cantidad de especies de aves, así como también carpinchos, nutrias, zorros colorados, liebres, comadrejas, iguanas y hasta un puma. Al estar prohibida la caza, las especies están protegidas y se reproducen libremente."Lamentablemente los barcos de carga están importando especies no autóctonas, como caracoles y algunos peces que son depredadores de nuestra fauna ictícola", destaca Eloísa Núñez Mihura, a cargo de la comercialización de Puerto Panal.

En otros casos, como el de Haras Santa María, el cuidado del medio ambiente se planteó a partir de la recolección de residuos. Se ha diseñado en conjunto con la cooperativa "Creando conciencia" un sistema por el cual las familias desecharán ya previamente los residuos en bolsas diferentes de acuerdo a su clasificación.

Otro country que sigue esta iniciativa es Banco Provincia, donde se creó una comisión de medio ambiente que invita a los vecinos a participar en la campaña de separación de residuos para reciclar papel, vidrio, plástico y latas. El dinero recaudado se destina a los comedores de zona oeste.

Un mix equilibrado

Algunos clubes de campo, además, buscaron desarrollar un proyecto urbano conservando sus ambientes naturales. La Concepción de Luján, por ejemplo, cuenta con una gran arboleda preexistente, a la que se agregan galerías de robles y otras especies plantadas hace más de un lustro.

Además, los habitantes del barrio conviven con perdices, lechuzas vizcacheras y zorros. "Uno naturalmente pertenece a este entorno, no necesita adaptarse, en todo caso si viene de la ciudad necesita readaptarse, volver a la fuente. La contaminación, el cemento y las aglomeraciones no son propias del ser humano", señaló Patricia Rey, arquitecta y residente del barrio.

Mediante un masterplan de forestación que implicó una inversión de dos millones de pesos, el megaemprendimiento Terravista apostó a una vuelta al concepto de la plaza como lugar de reunión y encuentro entre los vecinos. La plaza house del deporte es uno de los espacios más jerarquizados del proyecto. Como un gran telón de fondo verde y natural, un bosque de álamos, cipreses leylandi y casuarinas, implantados sobre unas lomas resaltadas con arbustos, impiden tener vista hacia los lotes perimetrales brindando así una pantalla acústica, visual y ecológica, ya que los árboles por medio de la fotosíntesis disminuyen las altas temperaturas del verano.

Otros de los destacados es el parque central, que contará con una huerta de gran escala con bancos rodeada de árboles de naranjos y ciruelos.